Empieza así una relación de vasallaje entre los pescadores de Marín y los monjes de Oseira. Los pescadores comienzan a enviar al Monasterio distintos tipos de pescados, entre ellos el pulpo, por aquel entonces un alimento abundante y de escaso valor. Y así, con la ayuda de los arrieiros que llevan sus mercancías a través del camino real, el pulpo se convierte en objeto de comercio para los campesinos de la zona y en uno de sus alimentos principales.
En la segunda mitad del s. XVII acontece un hecho principal en la historia de nuestra villa: los monjes de Oseira mudan la feria de
Cea a un cruce de caminos en la parroquia de Partovia, el lugar llamado Flores. La entrada principal al recinto de la feria estaba guardada por un roble, motivo que dará origen al topónimo de nuestra villa: O Carballiño.
De este modo llegamos a nuestros días, en los que Casa Gazpara se yergue al lado del antiguo camino real, en el barrio de Flores, como un roble en la entrada de la feria, ofreciendo el delicioso pulpo preparado según la centenaria tradición cisterciense.